-¿Es en serio lo de Dios? Digo, de este lado
creen en una cantidad de Deidades. Del otro lado también tienen unos cuantos,
pero parece que la moda es creer en uno a la vez. A mi me suena todo lo mismo,
siempre hay guerra, muerte, poder,
masas. Misma historia, distintas caras del mundo. No me extraña que de ambos
lados sea tan fácil el control. ¿Qué mejor control que la ignorancia, la
pobreza, el hambre?.Y después tenemos claro, el caso de Cocciatan, los
clérigos, las iglesias, los templos, las religiones. Es ingenuo para alguien
que vio tanto. Pero todavía me hace ruido. Yo hable con Cocciatan, pase tiempo
con él, como todos nosotros. Y aun así, me cuesta creer su edad, su pasado, su
futuro. Es que no lo entiendo, mi mente no puedo procesarlo. Y no solo a él. Es
con todo. Los dioses, chau, ¡que flash!¡ No entiendo!
Lo que sí entiendo es que a mi intelecto, como
al de cualquier humano , le falta mucho como para siquieraimaginarse realmente
la idea de Dioses y la madre que lo pario. Pero encima de todo esto tenemos
Elementales, criaturas mitológicas, ¿Energía
del universo? ¡Paren un poco POR FAVOR! ¿No
les suena como a dos cuentos diferentes? Dioses en la casa de la esquina y en
frente, cruzando la calle, Dragones, Elementales, Energía, Magia. Algo entiendo,
no entiendo ninguna de las dos
cosas. Además algo me hace ruido. ¿Clérigos
ayunando para satisfacer a sus deidades y en el mismo continente, elementales
manteniendo la energía balanceada? Me suena a que una de las dos es merza ¿NO?
O todo lo controlan los titiriteros o todo se controla solo. Las dos no
muchachos. ¡Paremos la moto!
Cuando la veo a Majhari, no veo todo el poder
que anhelan, solo veo a la chica, a la mujer, la sencillez, la belleza. Aunque
tengo que admitir que sus ojos sugieren.
Siempre esta con la mirada baja pero no es timidez lo que la mueve a tal
postura, no, es la necesidad de ocultar la esencia. Teme por que verdaderamente
la vean. Y eso mi amigo, eso me hace sentir parte del todo. Porque aunque no
entiendo el secreto de sus ojos, entiendo las miradas ajenas hacia ella. Veo su
codicia. Los veo corrompiéndose con la sola cercanía de este supuesto poder.
Esas emociones tan terrenales me devuelven la conciencia. Me convencen de lo
que estamos haciendo. No dudo de nada. Así como no dude de que llegarías a
rescatarme en Tonga, se que estamos haciendo lo correcto.
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