El océano estaba calmo y la atmosfera estaba tensa. Nadie decía nada pero todos sabíamos que una mala elección de palabras terminaría en desastre. Comencé a percibir el mango de mi sable, de mi machete, mis cuchillos. Todo en mi mente se acomodaba, listo para el combate. Por otra parte note en el resto la misma búsqueda de sensibilidad. Estábamos todos preparados, sería una carnicería que se limpiaría sola. Casi se me escapa una carcajada al pensar en este detalle. Sabía que si por parte de nosotros alguien hablaba, ese seria Marconi. Aunque estuviese bajo presión el siempre estaba listo para entablar una dialogo pasivo, una habilidad muy preciada ya que resolvía situaciones de manera fácil muy a menudo. Pero esta vez no fue así, Marconi no dijo una palabra, el extraño hombre nos miraba fijo, esperando una respuesta a su pedido la situación no era nada favorable, de pronto vi el brazo de este extraño sujeto y entendí que había tenido acción hacia poco. Sin pensarlo brotaron de mí las palabras:
_Estas herido, mi amigo podría fácilmente curarte con su magia
_Es solo un rasguño, contesto secamente
_Escucha, solo estamos tratando de llegar con los magos blancos, no buscamos problemas, sentimos mucho si te estamos molestando, solo dinos como y nos iremos o remediaremos nuestro error.
_ ¿Magos blancos? ¿Y para que quierae tres extraños personajes ir con los magos blancos? Me temo que los temas que ellos tratan sean muy superiores a sus inquietudes
_Si no entendí mal, vos solo nos preguntaste que hacíamos acá y no por que, lamentablemente eso es algo que no puedo aclararte, ahora bien, Ya te dije porque estamos acá ahora falta tu veredicto (Después de decir eso recordé por que siempre hablaba Marconi)
_Palabras osadas las tuyas, me respondió secamente. Considerando además que no explican que hace esa mujer inconsciente en su bote. Lo que es más, una mujer con rasgos claramente Sijhachi. No se hable más, deberán acompañarme para dar testimonio ante el consejo. Por favor, pongan sus armas en mi bote, yo los llevare
Por un momento quedamos en silencio, al parecer ninguno de los tres estábamos convencidos de que eso fuese una buena idea. Finalmente Marconi hablo:
_Hagamos lo que dice, la verdad no tengo ganas de pelear ahora.
En silencio acomodamos nuestras cosas en el bote del guerrero mientras el miraba atentamente todos nuestros movimientos. Una vez hecho esto nos pidió muy gentilmente que nos sentáramos en nuestra embarcación y que el se encargaría de todo, el viaje duraría aproximadamente 16 horas.
Luego de dos horas Marconi y Oliverien yacían dormidos a mi lado pero yo no podía conciliar el sueño había algo en el rostro de esa mujer. Dormida tan plácidamente, en su rostro no se notaba ningún dolor, ninguna alegría. ¿De adonde había salido? Estaba sin duda relacionada con el incidente de los dragones en alta mar, pero no sería posible que ella estuviese encima de alguna de estas bestias, no hubiese podido sobrevivir a la caída. Pero los tres la vimos salir de las profundidades. ¿Y la tierra? ¿Que era esa tierra que broto junto con la chica? Esa tierra que permitio a Oliverien crear este bote. No podía comprender, pero aun así sabia que debíamos proteger a esta muchacha a como diera lugar. Algo me decía que era más importante de lo que pensábamos. De pronto empecé a pensar que este desafortunado encuentro con el guerrero no era tan malo después de todo, al fin y al cabo nos dirigíamos a tierra. Y tendríamos la posibilidad de hablar con el tal consejo que antes había mencionado. Tal vez nuestro viaje podría tomar rumbo unas ves hubiésemos desembarcado. Comencé a sentirme más relajado y esperanzado. Mis ojos fueron cediendo lentamente mientras miraba el rostro de la chica, cada vez más cerrados y finalmente me dormí.
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Señor Güimante!!!!!
Señor Güimante, despierte por favor….
Señor Güimante!!!!!
_ ¿Que pasa? Pregunte, aun con los ojos cerrados
_ Señor Güimante, por favor son las 8:00 su entrenamiento debía empezar hace cuatro horas, por favor despierte.
_Entrenamiento? ¿De qué hablas? Ándate, déjame dormir.
Señor Güimante!!!!!
Señor Güimante!!!!!
Señor Güimante!!!!!
_General, es inútil, no se despierta.
_ ¿Como que no se despierta?!!!!!!
Un fuerte dolor en mis costillas interrumpió el sueño placido en que me encontraba.
_Thosarum, me temo que si vas a vivir entre nosotros deberás ser uno de nosotros. Lamentablemente te llevamos varios años de ventaja, pero no te preocupes, con entrenamiento y disciplina pronto serás un gran Acar. Vamos arriba, hay mucho por hacer.
Aun dormido me incorpore, tome una especie de túnica que había a mi lado y me la puse, me quedaba perfecta, no sabía que era pero se sentía muy bien, una tela muy ligera de un tono violeta que con la luz parecía cambiar de color.
Cuando levante la mirada vi a un hombre de pie, justo delante de mí. Tenía una mirada fuerte pero se estaba riendo, de alegría.
_ ¿General Kato, que hace usted aquí? Le dije
_Eh decidido encargarme personalmente de tu entrenamiento, después de todo no tengo mucho por hacer en esta época. Me temo que debo informarte que este entrenamiento no es una opción, sino que es una obligación en tanto quieras permanecer con nosotros. Nuestras leyes son muy claras al respecto. Pero vamos tenemos mucho por hacer.
_General, yo en mis tiempos fui también una gran guerrero y lidere a mi pueblo en la guerra, no crea que necesito entrenamiento. Soy muy hábil con la espada y muy buen estratega
_JAJAJAJAJJAJAAJA te digo algo. Hagamos una cosa. Si podes vencer a uno de nuestros niños, uno que aun no ah recibido entrenamiento, que solo tiene 5 años. Entonces te dejo en paz, podrás andar libremente por toda Acari. Eh? ¿Que te parece?
_Me parece un insulto, no entiendo porque se mofa así de mí. Además no me atrevería a golpear a un niño
_JAJAJAJAJA la verdad no estoy muy preocupado al respecto, hagamos así. Venga pasa por acá
Kato me guio hacia una gran tienda en el medio de la tribu, dentro una gran multitud se encontraba reunida alrededor de una arena de combate. El general Kato grito con vos firme y toda la multitud enmudeció.
_A continuación tendremos un enfrentamiento atípico. El señor Güimante se enfrentara a uno de nuestros infantes por el derecho de transitar libremente en toda Acari. Necesito un voluntario
En un movimiento unánime al menos 20 niños alzaron sus brazos en señal de postulación. El general selecciono a uno de ellos, el cual se incorporo, hizo una reverencia hacia Kato y se dispuso en el centro de la arena.
El silencio era estremecedor, comencé a tener mis dudas al respecto de esto. Avance a paso lento hacia la arena sintiendo todas las miradas sobre mí. Una vez allí Kato dijo:
_Esta no es una pelea a muerte, solo está permitido nockear a su oponente. Salúdense
El niño me hizo una reverencia y yo intente imitarlo aunque torpemente. Kato dio la orden y la pelea comenzó.
El joven se quedo quieto enfrente mío un rato, como esperando que yo hiciera algo. Finalmente y mirando hacia Kato dije:
_ Esto es ridículo, no voy a golpear a un nene.
Kato me devolvió una pequeña sonrisa y un gesto con sus cejas. Al mirar nuevamente al niño este ya no estaba. La duda me invadió, de pronto una brisa me rozo el brazo izquierdo eh inmediatamente después un fuerte dolor me inundo la espalda. Voltee rápidamente para encontrar a mi enemigo pero solo arena, de repente un golpe inmovilizo mi pierna derecha, caí al suelo en cuclillas. Un golpe en mi nuca y de nuevo esa sensación de quietud, en el trayecto hasta el suelo pude ver como Kata reía y felicitaba al infante que ahora se encontraba al lado del General. Sentí como mi cabeza rebota contra la arena y luego silencio, oscuridad
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