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Capitulo 19 segunda parte

¿Por qué Tulex había sugerido tan audaz plan?, ¿Cómo es que sabía de antemano que ésta sería una parada obligada? ¿Sería todo una trampa? ¿Estarían tratando de descubrir nuestras intenciones? Al fin y al cabo Tulex anhelaba ser un Paladín, ¿por qué traicionaría de esta manera a la orden? Por otra parte no era tan grave, al parecer el confía en nosotros, sabe que no tenemos malas intenciones, o al menos lo supone. En verdad nunca le contamos nuestros planes. En parte para protegerlo.
Lazzolla se sintió de pronto indefenso, en una situación de gato encerrado. Sólo podía confiar ciegamente en que Tulex no lo traicionara. Detestaba estar en ese lugar. Lo irritaba por demás.
Sin más se aventuró a la incertidumbre.
Tulex estaba parado, apoyado sobre un equino esperando, ya se estaba impacientando. Por detrás . A no más de 3 m en la esquina del establo, Tiago estudiaba firmemente a su camarada. El miedo lo inundo, inmóvil en la oscuridad, la incertidumbre lo acechaba. Sabía que no les matarían pero sí que se complicaría toda la misión. Finalmente se abalanzó sobre el destino.
-Pst………………………………………Pst Pst
Tulex volteó suavemente hacia la sombra dentro del establo, de adonde provenía el sonido.
-¿Hola? Pregunto tímidamente
-¿Y ahora qué hacemos? Contesto secamente en tono suave, Lazzolla
-Tiago, ¿sos vos? Estaba preocupado. Ya tengo la llave, pero no tenemos mucho tiempo.
-¿Qué se supone que hagamos?, no estoy muy convencido de esto.
-Bueno yo pensaba hacer lo que habíamos dicho, ustedes necesitan algunas de sus cosas ¿no? Vamos hasta el carro, las agarras y dejamos todo como estaba.
-Si, pero ¿por qué haces esto? ¿Por qué nos ayudas? En definitiva vos no sabes demasiado de nosotros, no entiendo por qué estas traicionando lo que más anhelas. Y ahora que estoy en esta situación me siento un tanto preocupado.
-Mira, yo sólo los quiero ayudar, estoy convencido de que son personas de bien, no se me ocurre pensar en que tengan malas intenciones y estoy seguro que todo esto es una gran malentendido, en cuanto lleguemos con los Magos Blancos todo se va a resolver.
-Si, no estés tan seguro, tampoco confió en que eso pase, es en parte por eso que necesitamos hacer esto, en este preciso momento, pero en algo no te equivocas, somos personas de bien y sólo perseguimos un fin noble.
-Sos un tipo raro Lazzolla, pero no malo. Muchas veces no te entiendo, pero creo que nunca intentas lastimar a la gente, es sólo que no podes dejar de sincerarte y eso a veces puede ser molesto. En fin, si todavía queres seguir adelante con esto, deberíamos irnos ahora por que en cualquier momento pueden volver los guardias de la cena.

-Sí, vamos. Te veo en la carreta.
Dicho esto Lazzolla desapareció en la oscuridad.
-Que tipo raro, dijo para sus adentros Tulex, mientras se dirigía a la carreta.
Una vez allí, Tiago se sumó saliendo de entre unos arbustos cercanos. Tulex uso la llave que había tomado de los guardias y la introdujo en el candado que cerraba una puerta de madera maciza en el fondo de la carreta. El candado crujió por el óxido en su interior. Una vez desbloqueado, Tiago entro en busca de sus pertenencias, mientras buscaba se sintió desprotegido, con qué facilidad podía quedar prisionero ahí dentro. Con ese sentimiento a flor de piel procuro apurarse, en pocos segundos había reunido todo lo acordado. Ya afuera, se despidió rápidamente de Tulex, ni siquiera amago a agradecer el esfuerzo de Tulex. Tulex cerró rápidamente la carreta y se dirigió hacia el grupo de guardias para devolver sutilmente la llave.
-Ya paso media hora, dijo Majhari en tono preocupado.
-Tranquila, él sabe lo que hace, le contesto Oli
-Sí, igual ya tendría que estar acá, tendríamos que haber ido todos. Nunca me gusto la incertidumbre. Dijo Marconi
-vos sabes cómo es, a él le gusta que confiemos en él , Le contesto Oli.
-Si, pero a veces hace estupideces, espero que esta no sea una.
-Yo estoy tranquilo.
……………
…………..
Pst………………………….Pst Pst

Marconi y Oliverien se acercaron rápidamente a la ventana. En lo bajo Lazzolla estaba tendido en el piso, intentando camuflarse con un pequeño arbusto que a duras penas cubria la mitad de su cuerpo.
-No llego, dijo Tiago.
-Vamos con el Beduino Fálico, sugirió vigorosamente Oliverien
-Dale no más, le contesto Di Marco
Oli se arrodillo sobre el marco de la ventana, por detrás Marconi lo tomo de los tobillos firmemente. Oliverien se inclinó hacia adelante, a la vez que Marconi se valía del peso de Oli para quedar balanceado, Oliverien siguió inclinándose hasta quedar colgando boca abajo por la ventana, mientras Marconi lo sujeto casi sin hacer fuerza gracias a una ingeniosa pose. Lazzolla por lo bajo trepo hasta donde el muro le permitió y con un ágil salto alcanzo las manos de Oli. Luego trepo por Oliverien con mucha destreza y se introdujo por la ventana, en menos de 40 segundos la maniobra había sido completada, Entre Lazzolla y Marconi volvieron a meter a Oli en el cuarto.
-Ustedes están locos, dijo Majhari con cara de sorprendida.
-Nos lo dicen seguido, le dijo Oliverien
-¿Encontraste todo? Preguntó Marconi
-Sí, acá tenes, Lazzolla le entrego la daga a Marconi y varias bolsitas a Oliverien
Oliverien tomo los polvos, pero enseguida su cara se tornó preocupada. Sus compañeros notaron que algo le pasaba.
-¿Qué pasa? ¿No están todos?, era todo lo que había, le dijo Lazzolla preocupado.
-Sí sí, están todos, pero éste esta mojado y ya no sirve. Era el más importante, sin el no puedo tele transportarnos en caso de que lo necesitemos. Y la verdad que si ni siquiera puedo hacer eso no sé qué hago acá, solo les estorbo.
Tiago y Marconi se miraron. Marconi vio que Lazzolla todavía mantenía en parte la postura que había mostrado tiempo atrás en la torre de Tonga, por eso hablo:
-Mira Oli, nosotros no pensamos eso y lo sabes, antes no sabías ni J de magia y sin embargo andábamos juntos, ahora por lo menos estas de nuestro lado. Necesitamos toda la ayuda que podamos y lo sabes. No nos vemos ahora con una crisis.
-No no, estoy bien
-Yo estoy reventado, me voy a dormir, Dijo Tiago
-Sí mejor todos, Dijo Majhari.
Al día siguiente, la puerta de la habitación tembló violentamente tras los embates que el Paladín le dió.
-Hora de marcharnos. Tienen 5 minutos
-¿O qué? Contesto todavía dormido Lazzolla desde su cama
El paladín hizo caso omiso y se dirigió hacia su hermana.
-Gracias por todo nuevamente hermana.
-De nada, pero pasa más seguido
-Sabes que la orden no me lo permite, pero estas en mis pensamientos, saludos
-¡Hombres, a cabalgar!
La caravana se posiciono en 5 minutos. B13G esperó pacientemente a que los cuatro prisioneros terminaran de prepararse y bajaran para así poder partir. Casi cuando ya empezaba a sospechar una fuga el grupo se hizo ver por las escaleras. Alegres y sonrientes bajaron rápidamente mientras parloteaban entre ellos sobre temas de poca importancia. B13G no hizo ningún comentario acerca de este comportamiento. Ya montados y precedidos por el Paladín, con la caravana a sus hombros, comenzaron nuevamente la travesía.
Mientras el contingente retomaba la ruta, Lazzolla, Oliverien y Marconi vieron algo que les llamo la atención. Un par de clérigos se dirigía hacia la posada por el costado del camino. Uno de ellos alzo la mirada para encontrar la mirada de los tres. La situación no duro más de 2 segundos sin embargo fue un hecho que cambió radicalmente los planes.
-¡A bueno! Pero que linda manera de empezar el día. Dijo Lazzolla, contento
-La verdad que promete, agregó Di Marco
Luego rieron incluso Majhari aunque no entendió muy bien que había sucedido. Más adelante B13G no entendía de que reían sus prisioneros sin embargo no le dio demasiada importancia.
La caravana se alejó con prisa de la posada. Al rato sólo se podía ver la nube de polvo que levantaban los caballos a lo lejos en el camino por las estepas.
Los dos clérigos entraron en la taberna de la posada. Chocha aun limpiaba la barra. La pareja fue a su encuentro, mientras se acercaban Chocha los estudio con atención. No solía fiarse de los forasteros aunque estuviesen vestidos como eclesiásticos.
Chocha notó la extraña diferencia entre estos dos extraños, uno era más bien bajo de rasgos suaves, delgado, pese a la gran túnica que ocultaba su cuerpo. En cambio el otro era al menos dos cabezas más alto que su compañero, de contextura robusta. Su túnica daba la sensación de no ser de su talla, ya que podía notarse la silueta del extraño por debajo. Ambos se acercaron rápidamente al mostrador.
-Buenas tardes buena señora, mi compañero y yo quisiéramos una cerveza si es tan amable, hablo el clérigo más pequeño.
-Sí, no va a ser ningún problema. Son clérigos ¿no? Saben es costumbres que los Clérigos se queden una noche como invitados a cambio de curar al ganado y al personal. Si están interesados puedo hacer los arreglos. Dijo Chocha
-Bueno, esa era nuestra idea también. Sabíamos de ante mano que esta bella posada estaría en el camino y por eso consideramos el tiempo para quedarnos y ayudar. Sin embargo sucesos de último momento nos impiden cumplir nuestros deberes, me temo que nos quedaremos unos minutos, debemos retomar la ruta cuanto antes.
El Clérigo más grande miraba atentamente a su compañero mientras este le explicaba a Chocha sus planes. Un tanto sorprendido no pudo evitar que su cara mostrara un gesto de molestia. Estaba cansado, no quería salir tan pronto. Mientras Chocha servía las cervezas el Clérigo que antes había anunciado los planes le dijo al otro en tono bajo:
-Lo lamento amigo, pero vos los vistes, tenemos que seguirles el paso. No sabemos a ciencia cierta a donde los llevan ni por qué.
-Sí ya sé, pero es que ya me había hecho la idea de dormir una siesta.
-Acá tienen, dijo Chocha mientras les servía las cervezas a los clérigos.
-Es usted muy amable buena señora, si no es molestia quisiera hacerle una consulta. ¿Será posible que podamos hacer un pequeño negocio? Vera, necesitamos con urgencia llegar a nuestro destino y no pude dejar de notar que cuenta con unos grandes establos. Tal vez usted pudiera vendernos dos caballos de los que pueda desprenderse. Por supuesto usted fija el precio.
-Bueno ustedes parecen buena gente, pero mis caballos no son baratos porque son muy buenos. Mi marido es un gran criador y sabe lo que hace.
-El dinero no es problema, le contesto el Clérigo mientras ponía un saco de monedas sobre la barra.
-Bueno, ¿y a qué hora se van?
-Cuanto antes sea posible.
-Me gustaría saber a quién le estoy vendiendo dos de mis bueno equinos.
-¡Pero que descortesía la nuestra! Permítame presentarnos. Yo soy La Fiera Giuntex y me compañero es Cocciatan. Ambos Clérigos, sólo respondemos a la Alta Orden. Por favor, necesitamos sus caballos con urgencia.

6 Dichos:

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29 de marzo de 2010, 6:18  

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29 de marzo de 2010, 6:20  

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29 de marzo de 2010, 6:20  

muy bueno la aparicion de la fiera y cocciatan, cuando empiezan las peleas quiero mataaaar jejej reflejos del starcraft, segui asi y no te congeles en suiza.

saludos tycoon

29 de marzo de 2010, 6:24  

muy lindo,excelente maniobra para subir a la ventana,un beso grande Lazzolla!

1 de abril de 2010, 20:25  

charahcahcaaaan!!!

Esto me huele a mucha acción!!! :) que buenooooo!! jajaj espero no ser la que se va a esconder abajo de una mesa nomás... :) porque hasta ahora vengo medio cagona ehh??? jajajja!


beso don lazzolla!

23 de abril de 2010, 4:50  

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