.

Capítulo 3

La cerradura cedió ante el dominio de la llave y Daniel Santino entró a su departamento. Como de 1.75 m de tez morocha, unos 40 años, el pelo corto y las marcas de una vida agitada en su cara. No prendió las luces, sino que fue en penumbras hasta su habitación y se echó en la cama. Tenía un mal humor terrible, las fiestas lo torturaban y más en esta ocasión en que las vísperas del año 2000 tenían al mundo enloquecido, ya sea por el caos informático o bien por el fin del mundo. Pero a él nada de eso le importaba, le parecía ridículo, al fin y al cabo no era mas que un número. Su irritación era tal que ese mismo día había tenido una discusión que le costo el empleo, hasta hacia unas horas era el mejor escritor de notas de interés general en el diario Clarín; solo bastó una corrección de pensamiento político por parte del supervisor de edición para que explotase en cólera.
Tirado en su cama no pensaba en su ahora truncado futuro, pensaba en si mismo y su soledad, pensamientos que fueron interrumpidos por el sonar del teléfono. Tenía intenciones de no levantar el tubo, seguro seria Esteban su compañero de oficina preocupado por la mala nueva, sin embargo había algo de particular en la insistencia del timbrar, algo que lo insitó a levantarse y atender.
- ¿Hola?
- ¿Daniel Santino?
- Si, él habla, ¿quién es?
- La historia de su vida esta en Cochabamba Nº 1568, 23:35 hs, sea puntual, toque 3 golpes cortos espere dos segundos y repita tres golpes iguales a los primeros. Le aconsejo que lleve un reloj con segundero, la exactitud es importante……TU………TU………TU…………………………

Daniel estaba acostumbrado a este tipo de llamados, en el '92 un secuestrador se había comunicado en forma similar para que cubriera el pago del rescate, en el '96 su ex jefe lo sacó de la cama para que cubriera un procedimiento del grupo halcón a las 3 de la mañana y así seguía la lista. Pero esto era distinto, su instinto no le fallaría…


- 17.45, dijo el taxista
- Sírvase
- Oiga, ¿está seguro que es acá?
- Ehhhh si, gracias y que tenga buena noche
- Muy amable, cuídese

Daniel cerró la puerta del taxi y volteó a lo que seria su destino, una casa que sin duda había sido victima de un incendio y ahora estaba abandonada, la fachada era como del 1900 y la puerta principal tenía al menos 3 metros de alto, muy típico de aquella época.
Daniel sacó de su bolsillo un reloj pulsera y comenzó a seguir los segundos, cuando se sintió a ritmo golpeo 3 veces la puerta, espero 2 segundos y repitió los 3 golpes. La gran hoja se abrió como si hubiese estado trabada por algo del otro lado y se entornó. Entonces el periodista empujo la puerta y para su sorpresa entró a un gran salón muy iluminado, con pisos de parquet pulidos. En el fondo del salón había dos grandes escaleras que nacían en paredes opuestas e iban a parar a un primer piso, el recorrido de las escaleras estaba atestado de cuadros y esculturas asi como en el centro del salón colgaba una gran araña que generaba un clima cálido en el inmenso ambiente. Daniel notó que la puerta del lado de adentro era de raulí, maciza y que se encontraba en perfectas condiciones mientras que del lado de afuera se mantenía igual de destruida que cuando llegara al lugar unos segundos antes.
Por unas de las escaleras notó que una silueta descendía, entonces intentando ser cortes salio a su encuentro y escucho como el raulí crujía detrás de él mientras la puerta se cerraba sola.
Cuando se encontró cara a cara con su anfitrión no tuvo tiempo de presentarse ya que el otro lo hizo primero

- Bienvenido a mi humilde pero cálida morada. Permítame presentarme: mi nombre es Anarmel Der Graf von Numaburguen. Está usted aquí por que tengo que hacerle un anuncio muy importante al mundo. Pero antes pongámonos cómodos.

Dicho esto Anarmel se dirigió a un cuarto aledaño al gran salón que se encontraba a la derecha del mismo. En este cuarto había sillones y todas sus paredes estaban cubiertas por estantes rebosantes de libros, se escuchaba Ravel de fondo...

- Póngase cómodo, ¿desea tomar algo?
- Ehhh no no, gracias
- Como prefiera, verá, como le decía, está usted aquí por que tengo un anuncio que darle al mundo. A diario la gente camina, se relaciona entre sí, procrean, en fin, deambulan por el mundo creyendo la realidad que ven, aceptándola y relacionándose con ella. Pero ¿y que tal si en verdad hay una parte de la historia que nadie les cuenta? ¿Qué tal si el mundo así como lo ven está incompleto? ¿Son estas limitaciones físicas tan inquebrantables como los grandes genios han planteado? ¿Hay un solo lado en los espejos?
En verdad es muy poca la gente común que llega a hacerse estas preguntas y es mucha menos la cantidad que consigue una respuesta. - ¿Y que seria la gente común?- interrumpió Daniel.
- ¡Excelente pregunta! Llamo gente común o vulgar a todo aquel individuo que no controle ninguna de las 7 artes mágicas
- Ahhhh ya entiendo, contestó Daniel en tono burlón mientras se levantaba del sillón
- Me temo que he tenido un día muy pesado y no estoy para locos delirantes que…
La interrupción fue de él mismo, había comenzado la frase mientras enfilaba hacia la puerta que daba al gran salón y mientras avanzaba había vuelto la cabeza para encontrar la mirada de su interlocutor, fue ahí donde se interrumpió. Su interlocutor se encontraba en el mismo sitio que hacía unos momentos, y poseía la misma expresión que había tenido desde el momento en que Daniel entro en sus dominios, excepto por un detalle, ahora Anarmel estaba suavemente levitando a 3 metros del suelo. Daniel se quedó perplejo ante la imagen que aparecía ante sus ojos.
- Veo que está reconsiderando quedarse.
Acto seguido Daniel volvió a sentarse en el sillón.
- Como le decía, es vulgar aquel que no domine ninguna de las 7 artes mágicas. Desde hace al menos 650 años, el mundo esta impregnado en cientos de miles de encantamientos sostenidos por el gran imperio de magos blancos, día tras día mantienen y renuevan sus hechizos, miles de magos trabajando con el único propósito de evitar que las masas conozcan el mundo completo tal y como es. Solo quienes descienden de sangre mireal son iniciados y separados de tu mundo. Ellos viven una realidad diferente, se educan diferente pero para su ventaja ven el total del planeta. Pero no todo es este gran imperio que le mencioné, eso esta en Gran Bretaña –bueno, lo que usted conoce como Gran Bretaña- y solo los estudiosos que dedican su vida logran atravesar sus murallas. Para el resto de los magos se encuentra el mundo virgen, desgraciadamente los innumerables hechizos que deambulan en el aire hacen que no podamos estar en esta, su realidad, en forma completa sino que solo podemos vivirla como fantasmas sin poder conectarnos con los vulgares. En definitiva la idea es que estemos separados.
- ¿Pero y vos? Estas hablándome
- Yo soy caso aparte- contestó Anarmel muy secamente. Dicho esto retomó el relato:
El problema en todo esto es que mientras ustedes se preocupan por sus pequeñas y patéticas guerras o por el hambre en África, nosotros debemos combatir a diario con criaturas tales como dragones o quimeras para no ser su desayuno, vivimos en una realidad como la que ustedes ven en los libros de historia cuando estudian “Edad Media”, sumado a las guerras milenarias entre las 7 magias y los ejércitos espectrales, condenados por los magos blancos en sus torres jugando a ser jueces justos en esta rivalidad en las que ellos también participan. En fin el panorama no es muy lindo del otro lado.
- Entonces, ¿la idea es que yo le explique esto al mundo?
- Jajaja, aunque agradezco su ofrecimiento, me temo que no le creerían. No, su tarea es comenzar una investigación periodística en la que deberá recolectar información acerca de toda y cuanta anomalía encuentre que pueda significar una conexión entre nuestras realidades y una vez que haya recaudado suficiente material lo dará a conocer a sus líderes, y si tiene éxito, entonces su mundo se preguntará acerca del mio y ahí entraré de nuevo en escena.
Dicho esto Anarmel se dirigió hacia el gran salón ahora caminando nuevamente y Daniel lo siguió. Anarmel se posicionó justo donde antes había recibido al periodista y dijo:
- Y ahora es tiempo de que se vaya.
Mientras Anarmel pronunciaba esa ultima frase Daniel sintió como si todo a su alrededor retrocediera mientras él permanecía quieto hasta que se encontró justo en la entrada de la casa, la puerta se cerró inmediatamente después de que su figura atravesara el umbral, o desde su perspectiva, cuando el umbral retrocediera a su paso. Solo por curiosidad intentó abrir la puerta en forma manual, esta se abrió solo que tras de ella encontró la casa abandonada y quemada que hacia juego con la puerta….

Entrada más reciente Entrada antigua Inicio