lazzolla....meridiano Tonga

-En serio, por favor no esté preocupado, no tengo intenciones de hacerle daño. Verá, soy un Clérigo. Luego de escuchar esto Santino se tranquilizo un poco.

-Por favor entienda que era muy importante que asistiera hoy aquí, mas de lo que tal vez usted imagina que será llevar a cabo la enorme tarea que Anarmel le solicitó.

-¿Qué? ¿Como sabe de eso? Deduzco que lo conoce, ¿Pero para qué me quiere?

-Si, lo conozco pero en verdad no sé del todo qué le pidió, solo sé lo que esta tramando y con eso me basta para darme una idea de lo que puede pretender de usted. Debe entender que Der Graft no es un hombre de bien. Al asociarse con él su vida corre un gran riesgo. Le suplico me diga que le pidió, es menester para que podamos hacer algo.

-¿Hacer algo? ¿Quiénes? Además, como se que es un Clérigo; y aunque lo fuera, ¿qué me asegura que no tiene malas intenciones? No sé que hago acá, Anarmel fue muy cortés conmigo y no me llevó a ningún lugar como este, ¿Qué es? ¿Una cárcel?

-Exacto

-Ya entiendo, todo esto era una trampa

-Por favor entienda que es para protegerlo, su vida corre peligro

-¿Protegerme? ¿Me quiere encerrar? AUXILIO!!!!! GUARDIA!!!!

-Cálmese por favor, no es una cárcel común, no funciona así…

-No me haga daño por favor

-Ya le dije que no iba hacerlo, necesito que se calme

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. Una risa macabra irrumpió la escena

-Nada menos que La Fiera Giuntex, veo que estuviste ocupado hurgando de más.

-Él no tiene nada que ver, no debiste involucrarlo, ¿no podes hacer tus “juegos” solo?

-Ja! Claro que puedo, él solo fue un títere, necesitaba asegurarme que tan vigilado estaba, y jajajaja elegiste Habanera para protegerlo de mí, pensaste que no podía hacer nada acá adentro. Dejame decirte algo. Mejor te muestro

-Anarmel NO!!!! El mago levantó solo un poco su brazo derecho y apuntó con su dedo índice hacia Santino. Este que estaba perplejo mirando la escena no puedo ni cambiar la expresión en su cara, al instante todo su cuerpo se pulverizó desapareciendo en el aire sin dejar ningún rastro.

-¿Que hiciste?

-Te referís a ¿Qué Hice? O ¿A que Encantamiento hice?, por que eso no se dice jajajajajaja, no te hace falta el escudo, de todas formas si quisiera no te serviría de nada

-Prefiero mantenerlo gracias, ¿que es lo que queres?

-Bueno, la verdad…..nada. Dicho esto Anarmel se disolvió en el aire dejando un silencio cortante en la habitación donde estaba La Fiera.

-Esta cada día más loco, dijo el Clérigo. Dicho esto comenzó a caminar mientras se fundía con el aire hasta que no quedó nada de él en la celda.

Un corpulento hombre apodado Cocciatan esperaba en silencio apoyado en una de las grandes columnas que mantenían en pie al templo. Vestía una gran túnica marrón que cubría la totalidad de su cuerpo, a excepción de la cabeza ya que no tenía la capucha puesta. El día estaba soleado y hacia unos agradables 23 grados. Mientras esperaba vio como La Fiera Giuntex se materializaba frente a sus ojos.

-¿Y? que averiguaste? dijo Cocciatan

-Esta muy loco, ya no respeta nada, sus poderes son enormes. Realmente volví por que él quiso. Podría haberme matado con solo levantar su dedo. De hecho eliminó al reportero frente a mis ojos, el pobre ni se enteró.

-¿Y ahora qué hacemos? Los chicos deben estar en mar abierto, no tenemos como avisarles.

-Ellos saben cuidarse solos, pero necesitamos proteger al resto del mundo. Tengo que hablar con el Alto mando, ellos van a saber qué hacer.

-¡Yo quiero ayudar!

-Ya sé que queres pero sabés como son las cosas.

Cocciatan era un semidiós al cual los dioses habían ofrendado en señal de paz a la diosa maligna Serturianna. Ella lo había mandado a la tierra miles de años antes de que el hombre caminara por esta para divertirse con él y su tremenda fuerza. Varias veces cambiaba la forma de Cocciatan solo para su diversión, con la llegada del hombre la Diosa dió a su mascota la forma humana y siguió entreteniéndose, obligándola a hacer cosas humillantes con la raza joven e indefensa. Cocciatan cansado de este tormento decidió enfrentar a su amo. Serturianna ofendida por tal atropello hizo algo aun peor que matarlo. Lo despojó de sus poderes (excepto de la inmortalidad) y lo dejó en la tierra. Tirado y olvidado por los dioses, (ya ninguno de estos prestaba atención a quienes habitaban este mundo) así fue como Cocciatan tuvo que mezclarse entre los humanos para sobrevivir. En el año 1006 del mundo completo, la llegada de las órdenes y la división por magias de las mismas hicieron que Cocciatan encuentre su lugar entre los Clérigos, hombres de Fe destinados a buscar a los Dioses perdidos en el tiempo, y venerarlos, incluso a Serturianna. En los años venideros los Clérigos despertaron la atención de los Dioses y estos nuevamente se interesaron por La Tierra. En este momento el semidiós olvidado es tomado en cuenta para integrar el mítico salón de comunión en donde solo unos pocos tienen el privilegio de hablar con los dioses y ser notificados por estos de sus deseos. Cocciatan decidió aceptar este honor a sabiendas de que el encuentro traería polémica y así fue, tal cual lo predijo. Al instante que los Dioses se presentaron lo reconocieron por encima del resto. La sorpresa fue unánime. Cocciatan se levantó y dirigiéndose ante la comitiva proclamó en voz clara y firme. Mi nombre es Cocciatan y les pido me devuelvan lo que me han quitado cientos de años atrás, para que en posición de lacayo sirva nuevamente, pero esta vez a estos hombres de Fe para que ayuden y protejan a esta raza, que aun es muy joven e incauta. Y así fue. Cocciatan, clérigo de la alta orden en servicio eterno, en polvo te convertirás antes que un Clérigo caiga en batalla, protector de las almas que penan por la humanidad. Cocciatan casi Dios.